jueves, 26 de junio de 2014

MIS NEURONAS SESENTONAS


MIS NEURONAS SESENTONAS

Desde que tuve edad de comprender lo importante que es la educación académica, tuve en el pensamiento ingresar algún día en la Universidad. Viendo pasar los años y siendo bastante difícil poder cumplir mi sueño, al final tuve mi oportunidad.
   Muchos alumnos ya llevaban una buenísima cultura y tenían la lección bien aprendida, otros como yo éramos un poco más torpes pero queríamos aprender.
   Solo mi afición a la lectura y a aprender, me llevó a la Universidad. Pero mis neuronas casi setentonas ya no retienen la “mitad de la mitad” y de las estupendas explicaciones de los profesores, tan pronto como lo escucho, casi lo olvido. Por lo tanto, si de lo poco que sabía he olvidado la mayoría, otras muchas cosas han cambiado y ahora no asimilo gran cosa, ¿que sé?  Ya lo dijo Sócrates: Solo sé que no sé nada. 
   De todas formas esto me ha servido para valorar y ver con otros ojos los libros que tengo en casa, como La Celestina, el libro del Buen Amor, El Cantar del Mio Cid y otros muchos que a veces los hojeaba y no me atrevía a leerlos. También había leído otros (que me han encantado), como El Quijote, La Regenta, La Gaviota, etc. Así como libros de poesía de distintos autores y otros muchos que si no eran de autores tan importantes, era una forma de saciar mi sed de lectura, que es mi afición favorita. He descubierto a otros escritores vascos y extraordinarios como don Miguel de Unamuno, Pío Baroja o Ramiro de Maeztu.
   He encontrado el arte de la Pintura, la Escultura, o todas las Historias de España, del País Vasco, y otras mucho más lejanas como es la de Roma o Egipto con sus maravillosas y antiquísimas edificaciones.
   Hemos tenido otras tantas clases de asignaturas con profesores geniales y aunque a mí me parezca que no me ha servido de mucho, desde ahora puedo ver las cosas con otra visión y fijándome en cosas que antes no reparaba en ellas.
   Desde luego ha sido fantástico el trato de los profesores, secretariado y compañeros en general. Y desde aquí doy las gracias a toda la gente fenomenal que he podido conocer.
   Aunque estoy muy contenta por haber ganado el primer premio en un pequeño concurso de literatura y aunque el refrán diga que "nunca es tarde si la dicha es buena", no hay duda de que hay cosas que a algunas personas, sí nos llegan demasiado tarde.
   Gracias amigos, un abrazo a todos y que paséis un estupendo verano.

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