viernes, 24 de febrero de 2023

EL ZORRITO MALO

Aquel zorrito perseguía a las gallinas con la  mala intención de comérlas, pero las gallinas tenían unos guardianes que las vigilaban a todas horas. Estaba su gallo y Sultán el perro que si veía al zorrito ladraba como un loco y su dueño y todo el mundo salia a perseguir al ladronzuelo. A veces el zorro perseguía a las gallinas por el solo placer de verlos correr a todos como si jugaran al escondite. Un dia el  zorrillo, vigilaba a una gallinita que estaba sola picoteando unos granitos de trigo que encontró por el suelo, y como tenía hambre no calculó el peligro que podía tener si se aventuraba a cazar aquel manjar. El dueño del corral estaba cerca y vigilante de sus animales vio al zorro que ya se relamia de gusto, y no pensó dos veces en salvar a su animalito que estaba en un inminente peligro. El zorro no oía ladrar al perro, ni tampoco veía aquella figura humana que tanto le asustaba, pero el hambre es un mal consejero y ahora se arriesgaba a echar la garra sobre la gallina, en aquel momento salio una sombra enorme que le amenazaba con una gran mano y lo agarró por el cuello, ya no tenía opción de escapar y aunque se revolvía no conseguia que le soltara ni un poquito, de repente lo ató y lo metió en un saco, el zorrito aullaba y parecía que lloraba pero el hombre no se apiado de él. El día siguiente tempranito el hombre llegó y lo sacó de aquel sitio horrible en el que estaba encerrado, el zorro se alegro de  ver la luz del sol, pero aquel hombre no lo soltó sino que le puso el arnés y la correa del perro y lo llevó a pasear por el pueblo, los chiquillos le seguían y parecía una pequeña procesión. Cuando le dio dos vueltas por todo el pueblo, el hombre dio media vuelta y desaparecieron. El zorro se preguntaba que sería de él y entonces vio como salían del pueblo y entraban en los caminos que llevaban a ver las fincas sembradas de cereales, al pasar cerca de su madriguera vio salir un conejo y se arrepintió de querer robar las gallinas, pero ya no tenía remedio. De pronto el señor se paró y el zorro vio con sorpresa que lo estaba soltando y le dejaba escapar y el hombre le decía: no vuelvas a aparecer por el pueblo, porque igual no tienes tanta suerte como hoy. Y el zorro corría como alma que lleva el diablo pensando en el conejo que había visto pasar tan cerca de sus narices.










miércoles, 11 de enero de 2023

CITA

 Te esperaba y no llegaste, pero no lo sentí, tal vez tenías novia o quizá eras casado. 

La tarde era hermosa, la mar aparecía como una preciosa bandeja de cristal, salpicada de pintados barquitos. 

La playa, rebosante de gente, que disfrutaba con bañador, y pies descalzos. 

Y en el malecón, otra gente paseaba con su ropa de domingo. 

Pero tú no llegaste, y no me dio pena.

Te conocía poco, y me hubiera gustado conocerte más, pero seguramente, te fue imposible acudir a nuestra cita.

Te perdiste mi alegría y mi agradable compañía.                                                  

Nunca te volví  a ver y me olvidé  de ti


                                     FELIZ AÑO 2023