viernes, 29 de junio de 2012

MÁS CINE


NUESTRA CASA



Hay que ver como escapan algunos detalles en nuestras vidas y experiencias: ¡Habría tanto que decir de todo esto, a cuenta de la dichosa miniserie los días pasados en Castrillo! Como digo se escapan muchas cosas, que para un pueblo como el nuestro fueron bastante llamativas. El martes por la noche nos tocó hacer nuestro trabajo por el centro del pueblo, había una gran grúa en la era, cerca de la fuente con un potentísimo foco, que según me dijeron, se veía desde el pueblo de abajo y deslumbraba poco menos que el sol, también había algunos más pequeños dentro de varias casas. A cuenta de estos focos el pueblo estaba super iluminado y parecía más vivo que nunca. Una de las chicas estaba poniendo los efectos especiales en lo que era la ermita, los cañones para hacer el fuego (no sé si se llaman así). Le dije ¿sabes que acabas de salir de la ermita? me miró con una cara de extrañeza enorme, porque de lo que era la ermita no queda ni rastro, supongo que no sabía que yo era de allí.
Los chavales jugaban a la pelota en su portalillo y a veces se colgaba la dichosa pelota donde estaba el campanillo. Los niños con mucha dificultad subian a por ella y ahora que facil lo tenían. 
La iglesía casi parecia que la daba el sol (no sé si alguien habrá hecho alguna foto de ella). También pusieron unos wateres en la misma era, que para los actores y demás personas que por allí estábamos nos vinieron muy bien.

viernes, 15 de junio de 2012

CASTRILLO Y EL CINE

CASTRILLO Y EL CINE



Que paradojas tiene la vida, un pueblo que (a Dios gracias) la guerra le pasó de puntillas, ahora lo han tomado como escenario de un pueblo bombardeado. A los 75 años de aquel infierno todavía queda alguien que lo vivió en sus propias carnes y nos lo cuenta para que no lo olvidemos. No hace mucho que he leido un libro de Luis Iriondo (sobreviviente de toda la masacre), es un libro que pone los pelos de punta, si a alguien le interesa se llama (El chico de Guernica). Yo tengo alguien de mi familia política que tuvieron que huir precipitadamente. Sé que hay mucha información sobre ello, pero yo sólo lo sabía de oidas.
Con todo lo que trabajaron en Castrillo para hacer sus casas y verlas todas derrumbadas, da mucha pena. No sé sabe que puede pasar con toda esta crisis, pero será dificil que este pueblo se vuelva a levantar. De todas formas, en estos días de rodaje ha sido visitado por gente, que seguramente ni siquiera sabían que existía. Lo que no sabían tampoco, y hay muchas confusiones, que aunque se llama Castil de Carrias, para su gente es Castrillo. Nosotros somos castrillanos a mucha honra. No importa que nos hayamos ido buscando nuevas experiencias y otros trabajos, que no fuera el de agricultores. Allí nunca se pasó hambre, cada uno tenía su manera de vivir y creo que fuimos una gente estupenda, que nos dedicábamos a lo nuestro, ayudándonos en todo lo que se podía y a los que lo necesitaban. Otro día pondré algo sobre mi experiencia como figurante, fue un poco triste pero muy divertido.