jueves, 28 de septiembre de 2017

AMIGAS 2

CONVERSACIONES DE AMIGAS

Hoy María ha llamado a su amiga Marta, se ha encontrado con la sorpresa que en el teléfono fijo no ha contestado: como hace mucho tiempo que no hablan por teléfono, María no sabe que su amiga cambió de número al comprar un nuevo móvil y ahora se encuentra que no puede contactar con ella.
María recurre a su madre, para que le diga el número, de la casa de la madre de Marta, pero hoy su madre se encuentra de excursión, y como es de un solo día no ha dicho nada a sus hijos. María hace unas cuantas llamadas a casa de su madre, a distintas horas, y como no contesta nadie se preocupa por cómo estarán sus padres o si les habrá pasado algo. Llama al móvil que suele llevar su madre y tampoco no contesta: María piensa que su madre lleva el teléfono en el bolso y no lo oye, decide quedarse tranquila y llamar más tarde, pero le parece sospechoso que no contesten, aunque sus padres son mayores y ya están un poquito duros de oído. Entonces decide llamar más tarde, es de suponer que su madre en algún momento verá la llamada y a lo mejor llama ella, pero preocupada como está, decide ir a la casa de su madre. Siempre lleva la llave junto con las de su casa por lo que pueda pasar, y ahora es uno de esos momentos en los que hay que ir por “si acaso”. Cerca esta María de la casa de sus padres, cuando su móvil suena: pensando que será su madre, saca su teléfono del bolso y se encuentra con la sorpresa, que quien llama es su amiga Marta.
–Hola Marta –dice María–, quería llamarte y no sabía tu numero de móvil, he llamado a tu casa.
Del otro lado del teléfono Marta dice:
–Sí, pero yo estoy en el pueblo, teníamos unos días libres y aquí estamos, hace muy bueno y estamos tranquilitos y muy bien. Me acaba de llamar mi madre y me ha dicho que están con tus padres en una excursioncilla de un día, pero que lo han pasado muy bien y ya están camino de casa.
–¡Madre mía!, que tranquilidad la de mis padres, no me habían dicho nada y estaba preocupadísima, yendo para su casa. Menos mal que me lo has dicho. Parece como si lo hubieras sabido.
–¡Hombre!, un poco de telepatía siempre hemos tenido tú y yo.
–Sí, pero si que son un poco tranquilos, piensan que nos van a molestar, o no sé lo que creen, si lo hacemos nosotras, enseguida nos echan la bronca. Me alegro que me hayas llamado, ¿qué tal te encuentras?
–Pues bastante bien, la semana que viene iré por ahí, tengo consulta médica. Ya nos veremos, y no le riñas mucho a tu madre, que madre no hay más que una.
–Si que es verdad, lo importante que lo hayan pasado bien, ya que estoy cerca de su casa, esperaré a ver si llegan y se lo preguntaré.
–Bueno dales recuerdos de mi parte, aunque ya se los he dado a mi madre también para ellos, pero como eso no vale nada pues ración doble.
–Vale, gracias por la parte que me toca.
–Bien, hasta pronto, allí nos veremos.
–Adiós guapa, aquí te espero, un abrazo y hasta pronto.
Y María, pensativa se va a una cafetería, cercana a la casa de sus padres, queda a la espera hasta que aparezcan y se alegrará infinito de verlos venir contentos, por haber pasado un día distinto y un poco especial.  

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