viernes, 22 de septiembre de 2017

AMIGAS 1

Conversaciones entre amigas
Marta y María son dos viejas amigas, que llegaron juntas del mismo pueblo, se encuentran en la calle y después de saludarse con un beso, empiezan a conversar.
–Hola guapa, ¡cuanto tiempo sin verte! –dice María.
–Sí, hola, ya me he acordado de ti, pero no he visto a nadie para preguntar por vosotros, ¿que tal estás? Ya me alegro de encontrarte, hoy no tengo mucha prisa, si quieres nos tomamos un cafecillo –dice Marta. 
–Pues mira, vamos a tener un ratito de charla, nos vendrá bien, porque siempre andamos al trote. 
Las chicas entran en un café cercano y se sientan con la intención de pasar un ratito y charlar de sus cosas. Piden al camarero un café con leche y un bollo cada una. En el bar no hay mucha gente y el camarero les atiende inmediatamente. Después de la marcha del chico, dice María:
–Te veo muy guapa Marta y más delgada.
–Sí, un poquito he adelgazado, pero eso no es lo importante, estoy un poco mala; un cáncer de mama, todavía estoy de baja, por eso no tengo tanta prisa. 
–¡Ay Dios! y yo sin enterarme, ¿por qué no me has llamado? 
–Pues mira, son cosas delicadas, pero estoy bastante bien. Las medicinas de ahora son fuertes y peligrosas, pero si te acaban curando ni tan mal.
–Pues me alegro mucho que te encuentres mejor. Yo conozco gente que tuvo hace mucho y ya ni se acuerda.
–Eso espero, pero todavía me queda mucho por pasar. Bueno hablemos de otra cosa, ¿qué tal tu familia?, hace mucho que no le veo a nadie.
–De momento todo bien, y ¿la tuya?
–Pues bien; la peor yo, pero bueno… ayer estuve con mi madre viendo un desfile de modelos, lo pasamos bien, estuvo muy bonito.
–¡Ah, que bueno! Si que es chulo, pero a veces sacan unas cosas tan raras, que no creo que se las pueda poner nadie. He visto alguno por la tele, aunque claro, no es igual que en directo. Yo he engordado un poco y ya sabes, con la edad, entre menopausia y estrés, al final la barriga en vez de bajar sube, y entre que el pecho cae y la tripa sobresale, no tenemos ya ni cintura. Que suerte la de algunas, que guapas salen por ahí.
–Bueno, no es oro todo lo que reluce, yo no entiendo mucho de moda y no soy la más indicada para hablar de ello, en primer lugar no dispongo de mucho dinero, en segundo lugar porque hay modas que son de verdad absurdas. No sé a quien se le ocurrió la idea de decir que la arruga es bella, de hecho poco éxito tuvo. Otra moda absurda es la de los vaqueros rotos, la verdad que arrasa entre los jóvenes, y algunos valen verdaderos dinerales. ¡Si volvieran nuestros abuelos, que los pobres tenían que llevar los pantalones remendados, porque no tenían dinero para comprar otros! Lo que sí me gusta, es la moda de los pantalones para las mujeres, ¡anda que no hemos pasado frío en los inviernos de aquellos pueblos castellanos! ¿Te acuerdas cuando éramos chavalas, que nuestra cuadrilla nos disfrazamos un año por carnavales?, los chicos se pusieron nuestros vestidos y nosotras sus pantalones, ellos decían, que cómo podíamos ir en invierno con faldas, porque ellos estaban pasando mucho frío; parece como si alguien les hubiera escuchado.  
–Pienso que eso de los pantalones para nosotras ha sido un gran acierto: es la moda más cómoda y estupenda que se ha inventado. Pero, por qué no pondrán las cremalleras en el costado o por detrás como en las faldas?, disimula la tripa y están muy bien. Ya sé que alguno hay, pero no he visto muchos, creo que algunas mujeres lo agradeceríamos.
–Pues creo que tienes razón, bueno guapa, el tiempo pasa rápido y tengo que marcharme, ha estado muy bien este ratito, a ver si nos vemos más a menudo y con más tiempo, hoy hemos tomado un cafecito, otro día podemos ir de compras, a ver si como dices compramos algo que merezca la pena y nos ponemos más guapas, que los maridos nos tienen un poco olvidadas.
–Bueno, ese es otro tema del que tendríamos para rato, algún día nos llamamos y quedamos para lo que sea.
–Dame un abrazo ya te llamaré cualquier día. Adiós y hasta pronto. Que lo pases bien.
–Bien, llámame cuando te apetezca, recuerdos a tu familia y que sigas bien, ya estaremos en contacto. Hasta otro día.
Y María se marcha preocupada por la enfermedad de su amiga, ahora piensa en lo poco que se han visto últimamente y que el encuentro le ha dado la oportunidad y la idea de volver a relacionarse más a menudo con sus amigas de siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario