viernes, 3 de abril de 2015

CACOS Y CACAS

COSAS SINGULARES – EN SINGULAR Y PLURAL
   MASCULINO Y FEMENINO        
   Hablando de igualdad entre el género masculino y femenino comentaremos este caso.
   En cierta ocasión, entraron a robar en una mansión a las afueras de una gran ciudad un caco y una “caca”. El caco era el jefe de una banda en la que campaban a sus anchas, distintos miembros y “miembras”. La “caca” era igualmente una “miembra” de otro bando de “cacas” y cacos, en el cual, ella era una de tantas “cacas”.
   La mansión era la residencia y elegante morada de los Señores Condes de Carsari, antiguos dueños de media ciudad y ahora, venidos muy a menos, por sus idas y venidas.
   La vivienda parecía abandonada con mucha prisa, ya que hallaron objetos muy valiosos y no había nadie viviendo en ella.
   En el patio de entrada a la casa, vieron dos jardineras olvidadas por los jardineros; dos motos rojas con motas blancas y cuatro cascos de motorista con dibujos blancos y rojos.
   A la entrada del portal dos valiosísimos y preciosos jarrones de China, traídos de aquel país por un mayordomo chino, lucían dos grandes ramos de preciosas y frescas rosas.
   Dentro del portal había una mesita con dos cajones: sobre ella dos jarroncitos con ramas de olivos, una jarrita con miel, un plato de plata y un jarrito con olivas. En sus dos cajones tenían algunas cajitas con tarjetas de visita, direcciones y números de teléfono, algunos tarjetones propagando las bondades de un mesón, una caja con velas y velos y un juego de bolos y bolas.
   Subieron al primer piso y entraron en la cocina: abrieron la nevera o frigorífico y encontraron un cazuelo con callos de terneras (o terneros), una cazuela con un pollo (o polla), tajadas de caballa en un cuenco de Cuenca, botellas y botellines de refrescos, dos botas llenas de vino, algunos botes con huevas de esturión y una cesta con huevos de gallinas.
   En el salón hallaron varias caricaturas pintadas por un famoso pintor, una gran mesa y varias sillas a su alrededor, un reloj de pared, un gran sofá, una gran cómoda y sobre ésta, un televisor grande.
   En la salita (muy ordenada), estaba el ordenador, sobre su mesa varios libros y algunas libras esterlinas. También había una televisión pequeña, una sillita de niño (o niña), un sillón muy cómodo y varios cuadros redondos; varios de ellos pintados por una famosa pintora.
   Entraron en las habitaciones, cogieron las mejores camisas, trajes, vestidos, faldas y pantalones de los armarios; lo mismo que las sábanas, toallas, joyas y dinero que encontraron.
   Siguieron por los cuartos de baño, eligieron los espejos con marcos de plata (algunos aún llevaban las etiquetas y marcas de las casas en las que fueron comprados), así como peines, peinas, peinetas y cepillos con sus mangos también de plata.
   En las cuadras había un caballo y una yegua con su potrillo (o potrilla), dos patos y cuatro patas, un hermoso gallo y algunas gallinas con sus pollitos y pollitas. En dos jaulas mordisqueaban hierba varios conejos y algunos gazapitos y gazapitas con sus mamás conejas. En la corte o cochiquera, se oían los gruñidos de los cerdos y cerdas, esperando la comida en su “cocino” o comedero
   Metieron las cosas en cestos y cestas y llamaron por teléfono a un miembro de su clan para que trajeran un camión y una camioneta.
   Llegaron rápidamente cuatro miembros y dos “miembras” del grupo de cacos y “cacas”. Entre todos cargaron todas las cosas y todos los animales, y se fueron de la casa inmediatamente.
   Pero los policías y las policías hacia tiempo que les seguían los pasos y les cogieron con las manos en la masa. Desde allí sin poner bandos ni dar un cuarto al pregonero, metieron prisioneros en la cárcel a las dos bandas de cacos y “cacas” con todos sus miembros y “miembras”.
   Si es posible que paguen todas sus fechorías y devuelvan todo lo robado. Cuando todos estos cacos y “cacas” salgan de la trena y cada uno de sus miembros y “miembras”, estén fuera del trullo, si no hacen propósito de enmienda que se larguen con viento fresco a la isla desierta más lejana del más desierto y lejano país.
   A cuenta de los feminismos hemos tenido que oír cosas muy graciosas y equivocadas: EN UNA OCASIÓN LA MINISTRA BIBIANA AÍDO SE EQUIVOCÓ Y HABLÓ DE MIEMBROS Y “MIEMBRAS”
   La historia ha terminado por darle la razón. Tras años de risas y críticas generalizadas, resulta que Bibiana Aído hablaba de algo que no sabía cuando se dirigió a "los miembros y miembras" de la comisión. Lo dice el latín, exactamente el Gaudeaums Igitur, la canción por excelencia de las Universidades Españolas, que hace referencia a todos los 'membrum' y 'membra', es decir los miembros y las miembras.
   Algo parecido dijo (hace muchos años) un niño pequeño: PADRE HE VISTO A UN HOMBRE CON UNA YEGUA Y UN YEGÜILLO PEQUEÑO.

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