domingo, 2 de enero de 2011

CUANDO VOY A MI PUEBLO

 EL RESPETUOSO SERÁ BIEN LLEGADO

 
Siempre que voy a Castrillo 
llego con gran alegría,
se ensancha mi corazón 
al ver a mi patria chica.
Pero cuando estoy allí 
lloro de pena y de rabia,
de pena porque no hay nadie 
de rabia porque no hay nada.
Era un pueblecito alegre 
cuando estaban sus vecinos,
muchos éramos familia 
todos éramos amigos.
Buscando nuevas venturas 
todos salimos del pueblo,
fuimos cerrando las puertas 
pero otros... las han abierto.
Han abierto nuestras puertas 
los amigos de lo ajeno,
se han llevado lo que había 
y se han quedado tan "frescos"
no saben esos ladrones 
que han robado nuestros recuerdos
y un poco nuestra memoria 
se ha marchado con ellos.
Que piensen esos sujetos 
si me estuvieran leyendo,
que Castrillo y nuestras cosas 
no pertenecen a ellos.

Esta poesía la mandé al diario de Burgos, salió publicada el día 8-7 2004



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario