
Siempre que voy a Castrillo
llego con gran alegría,
se ensancha mi corazón
al ver a mi patria chica.
al ver a mi patria chica.
Pero cuando estoy allí
lloro de pena y de rabia,
lloro de pena y de rabia,
de pena porque no hay nadie
de rabia porque no hay nada.
de rabia porque no hay nada.
Era un pueblecito alegre
cuando estaban sus vecinos,
cuando estaban sus vecinos,
muchos éramos familia
todos éramos amigos.
todos éramos amigos.
Buscando nuevas venturas
todos salimos del pueblo,
todos salimos del pueblo,
fuimos cerrando las puertas
pero otros... las han abierto.
pero otros... las han abierto.
Han abierto nuestras puertas
los amigos de lo ajeno,
los amigos de lo ajeno,
se han llevado lo que había
y se han quedado tan "frescos"
y se han quedado tan "frescos"
no saben esos ladrones
que han robado nuestros recuerdos
que han robado nuestros recuerdos
y un poco nuestra memoria
se ha marchado con ellos.
se ha marchado con ellos.
Que piensen esos sujetos
si me estuvieran leyendo,
si me estuvieran leyendo,
que Castrillo y nuestras cosas
no pertenecen a ellos.
Esta poesía la mandé al diario de Burgos, salió publicada el día 8-7 2004
no pertenecen a ellos.
Esta poesía la mandé al diario de Burgos, salió publicada el día 8-7 2004
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