miércoles, 21 de octubre de 2015

MALDITAS GUERRAS

MALDITAS GUERRAS
¡Malditas guerras, sí! Malditas guerras que nos tienen a todos atrapados y aterrorizados. Sí, a todos; porque, ¿quíen no se emociona ante la televisión, viendo a esos pobres refugiados con todo el horror del mundo en su cara, sin saber a dónde ir? y después de llegar a un lugar desconocido se encuentran con toda la policía o unas altísimas vallas.
¿Quíen puede quedar al margen de esas guerras espantosas, precisamente en las tierras donde Jesús predicaba la paz? También a él lo mataron.
¡Malditas guerras! Lo repetiré mil veces, donde los más inocentes son los que más sufren. Pobres niños, que son los más afectados. No quiero pensar en los padres que pierden a sus hijos delante de sus ojos, solo pensarlo da escalofríos.
¡¡¡Que los que puedan, den una solución lo antes posible, por favor!!! 
PADRE, PADRE, NO NOS ABANDONES.

¡QUE PAREN LAS GUERRAS!
Que callen las balas,
que acaben las guerras,
que luzcan las velas
solo en las iglesias;
en los camposantos,
en las tartas de cumpleaños
y en las cenas románticas
de los enamorados.

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