miércoles, 18 de septiembre de 2013

¡LO QUE ES LA VIDA!

 
El padre de Carlota decía muchas veces: <<La vida no es ni buena ni mala, ni triste ni alegre, ni bonita ni fea. La vida es la vida, con mayúsculas o minúsculas, depende como le vaya a cada uno.  
   Imagínate que un buen día sales de casa con un sol espléndido, todo parece que va de maravilla. De repente encuentras una cartera en el suelo, ¡que bien!, piensas; te acercas, miras a un lado y otro, la coges con disimulo por si alguien te ve. ¿Mira que si tuviera mucho dinero? en ese momento se te abre un mundo de posibilidades, la abres con un poco de reparo y te encuentras que la cartera está vacía. ¡Vacía!, pero quien puede llevar una cartera vacía, ¡vaya ocurrencia!, y la tiras otra vez al suelo.
   En ese momento pasa un hombre y con malos modos te acusa de robarle la cartera, te dice que llevaba 1000 pesetas y se las tienes que devolver ahora mismo. Tu te quedas blanco como el papel y contestas: <<¡Pero si la cartera la he cogido del suelo y estaba vacía!, no tenía absolutamente nada>>.
   Él dice: <<Eso lo dirás tú!, yo he visto como mirabas a todos lados, mientras mirabas dentro de la cartera, ¡ya me estás devolviendo el dinero o llamo ahora mismo a los guardias!>>.
   Tu juras y perjuras que no tienes nada, pero el hombre no se baja del burro y ya no sabes que hacer.
   Tu cabeza funciona a toda velocidad y le dices: ¡Pues vale, llama a los guardias, que vengan, a ver dónde tengo yo las 1000 pesetas!>>
   <<Si, si -contesta el hombre- tu que vas a decir, las habrás escondido entre los pantalones, o en los calcetines, o aunque sea debajo de una piedra, yo que sé, ya me pareció a mí que se las diste a alguien y salió corriendo>>.
  Y tu enfadado al fin contestas: <<Pues las habrá cogido él y habrá tirado la cartera. ¿Cómo quieres que yo lo sepa y te de algo que no tengo?>>
   <<Tú sabrás lo que tienes que hacer y lo que más te conviene>> -contesta él.
    Y tú harto de tonterías decides tranquilizarte, intentando hallar una solución le dices:
<<Verás, no vamos a discutir, la cartera está en el suelo, ¿la he tirado yo, o la has perdido tú?, llama a los guardias, será tu palabra contra la mía, puede que yo te acuse a ti de haberme robado las 1000 pesetas, las huellas de los dos estarán en la cartera, ¿por qué va a ser tuya y no mía?>>
   Después de todo, el hombre se echa a reír y contesta: <<Vamos a ver camarada, esto ha sido una pequeña broma, dejemos de mirar si son galgos o podencos, la cartera no es mía ni tampoco tuya y dudo mucho que tuviera dinero, yo he picado como tú y será mejor que nos larguemos, no vaya a venir el verdadero dueño y nos encontremos con un problema que ninguno de los dos hemos buscado>>.
  Y casualidades de la vida, algo parecido le pasó a un amigo de Carlota y ésta lo cuenta con tristeza en algunas ocasiones al cabo de los años.
                                                                                             

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