sábado, 6 de junio de 2015

REMEMBRANZA

Aquel aire cernido, transparente;
aquella luz filtrada, maravilla
que aquel sol acrisola, ni amarilla
ni azul: azul de oro exactamente…
Aquella lejanía, inmensamente
llana y sin una sombra, de Castilla,
donde hasta el ocre de la tierra brilla
limpio en el tiemblo de la luz caliente…
Aquel ir sin llegar, perpetuamente
por la llanura interminable, orilla
de aquel mar que es cielo transparente…
Aquella luz… suspensa, ni amarilla
ni azul –azul de oro exactamente–,
entre las nubes blancas de Castilla…
           JUAN JOSÉ DOMENCHINA

No hay comentarios:

Publicar un comentario