miércoles, 7 de marzo de 2012

DESDE MI BALCÓN

DESDE MI BALCÓN

 Mayo, domingo noche: la noche está clara y serena, en el cielo algunas nubes blancas y de trecho en trecho, asoman brillantes estrellas salpicadas entre los claros. Los árboles iluminados por dos altas farolas dibujan sombras fantásticas. Alrededor de los focos de las farolas se concentran pequeñas mariposas y otros insectos, atrapados por la magia de su luz. Miles de puntos luminosos en la ciudad y el cercano pueblo, iluminan las carreteras, calles y edificios. Los montes de Artxanda tan intensamente verdes y vivos con la luz del día, se presentan mudos y desdibujados. Solo las luces de sus desperdigados caserios delatan su existencia.
TENIA GANAS DE ESCRIBIR UN POQUITO, PERO ESTOY UN POCO LIADA, YA VEREMOS CUANDO SIGO.

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