MIEDO ESCÉNICO
Dicen que el mejor remedio para quitar los miedos es
enfrentarse a ellos. Pero, ¿quién le puede decir a alguien que tiene miedo a
volar en avión, que se enfrente a un vuelo sin “más ni más”? Parece difícil
pero hay mucha gente que todos los días se enfrenta a cantidad de riesgos sin
ningún miedo. ¿Son valientes, osados, o estúpidos? Hay personas que no somos ni
lo uno ni lo otro y sin embargo, tenemos muchos prejuicios: timidez, miedo al ridículo,
miedo escénico, e incluso miedo a enfrentarse con la gente. Algo de eso, es lo
que hace unos días sintió ella cuando tuvo que salir a un escenario. Siempre
fue una gran tímida, ha estado la mayor parte de su vida metida en su concha, a
cambio de ello empezó a escribir, más que nada para desahogarse y para distraer
los tiempos muertos. El papel en blanco no le exigía que lo hiciera bien, le
daba la oportunidad de callar si decía algún inconveniente y no le miraba con
cara de pena al ver su azoramiento cuando no le salían las palabras. Decidió
ser fuerte e intentar salir adelante buscando otros recursos y quitando
temores, le costó mucho, de alguna manera y con un gran esfuerzo, poco a poco
fue saliendo. Cuando más contenta estaba y cuando ya creía haberlo superado, al
salir al escenario se encontró en un gran atasco y con ello arrastró a otra
gente que confiaba en ella. Envidia a esa gente que sabe salir airosa de las
situaciones, pero no puede remediarlo, en esos momentos no ve ni entiende nada.
Pide perdón por el gran ridículo, y siente una vergüenza espantosa.
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