lunes, 26 de diciembre de 2016

¡¡¡Y NOSOTROS SIN SABERLO!!!

Marquesado de Villacastel de Carrias

Marquesado de Villacastel de Carrias
Corona de marqués 2.svg
Corona marquesal
Primer titular Joaquín de Olivares y de la Moneda
Concesión Felipe V
4 de septiembre de 1742
Linajes Olivares, Ramírez de Arellano, Patiño, Luque, Enríquez.
Actual titular Borja Enríquez de Eguiluz (desde 2004)
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El marquesado de Villacastel de Carrias es un título nobiliario español creado por el rey Felipe V el 4 de septiembre de 1742, con el vizcondado previo de Torre Antigua, en favor de Joaquín de Olivares y de la Moneda, señor de la villa de Castil de Carrias, mayordomo de los reyes Felipe V y Fernando VI, hijo de Nicolás de Olivares y Quevedo y de Catalina de la Moneda Garay y Hurtado de Mendoza.

La denominación alude a la antigua villa y municipio de Castil de Carrias en la merindad de la Bureba, que era de señorío del concesionario.1 Hoy es un lugar despoblado perteneciente al municipio de Belorado y provincia de Burgos.

GRACIAS POR DIFUNDIR ESTAS NOTICIAS TAN AGRADABLES

MÁS COSAS INTERESANTES DE NUESTRA "NOBLEZA"


¡¡¡QUE COSAS APRENDEMOS!!!

Castillo de Villaviciosa de Odón
Hacia 1722 nació en Módena Francesco Battaglioli. Es posible que fuese en esta ciudad donde aprendiese el arte de la pintura, en el mismo taller que Antonio Joli. Más tarde se trasladó a Venecia donde contactó con los más importantes vedutistas italianos. Llegó a la corte española en 1754, este hecho puede tener relación con la salida de España de Antonio Joli. Para entonces ya debió gozar de cierto prestigio, puesto que se le asignó el mismo sueldo que el anterior, adquiriendo el cargo de "pintor de los reales coliseos del Buen Retiro y Aranjuez" en la corte del rey Fernando VI. Cuando falleció éste en 1759 no permaneció al servicio del nuevo rey, Carlos III, aunque éste resolvió pagarle el sueldo hasta fines de abril de 1760. El cuadro de la colección que representa la "Vista de Villaviciosa de Odón" es un encargo de Joaquín Olivares de la Moneda, Marqués de Villa Castel de Carrias, mayordomo que fue de Felipe V y Fernando VI. Llegó a la colección a través del Duque de Tarifa y posteriormente a través de Rafael Medina Vilallonga, XVIII Duque de Medinaceli.
 Fernando VI, rey de España, elige personalmente el Castillo de Villaviciosa de Odón como lugar de retiro tras la muerte de la reina Bárbara de Braganza en 1758. El castillo es una fortaleza a tres leguas de Madrid levantada en el siglo XVI por el III Conde de Chinchón, en el momento plasmado en el lienzo era propiedad del Marqués de Villacastel de Carrias, mayordomo de Felipe V y Fernando VI, que cede el castillo-palacio para alojar a los miembros de la familia real y la pequeña corte que se trasladó con él. Fernando VI estuvo encerrado durante un año, sumido en la locura y la melancolía, con la administración paralizada y una España sin rey, pese a lo cual la monarquía siguió funcionando hasta que llegó de Nápoles su hermano Carlos, el futuro Carlos III. Fernando VI falleció el 10 de agosto de 1759 sin descendientes. La vista de Villaviciosa la pinta Battaglioli al año siguiente, por encargo del Marqués de Villacastel, Joaquín Olivares de la Moneda. Entre el cortejo fúnebre se encontraban muchos personajes de relieve en la corte, entre ellos, el Duque de Santisteban y el Marqués de Cogolludo. La firma del autor se encuentra sobre una lápida que figura en segundo término con letra muy menuda e imprecisa donde se lee: "Del signor Marchese de Villacastel....dipinto dal Battaglioli, 1760". En 1800, el Primer Ministro de Carlos IV, compra el castillo que se conoce actualmente como la Casa Palacio Manuel Godoy, hoy propiedad del Ayuntamiento de la villa.

domingo, 25 de diciembre de 2016

NOBLEZA TITULADA EN ESPAÑA



COSAS DE CASTRILLO

Creo que en nuestro pueblo éramos ignorantes de las cosas que en él habian existido. No tengo idea donde se guardarán estos documentos, pero afortunadamente existen y gracias a estas tecnologias a poco que busquemos, salen a la luz unos cuantos para nuestra información. Una maravilla que aunque sea un poco tarde, sepamos que también nosotros tuvimos alguna cosa y personas que fueron importantes y no podríamos haber imaginado que tuvimos y tenemos también, nuestros marqueses y marquesas. Un abrazo para la gente de mi pueblo.

Las Cuevas y Cuesta la Viña 
desde el camino del cementerio

ORDEN JUS / 3830 / 2003,  de 22 de diciembre, por la que se manda expedir sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión en el título de Marques de Villacastel de Carrias, a favor  de don Borja de Eguiluz.

De conformidad con lo prevenido en el Real Decreto de 27 de mayo de 1912, este Ministerio, en nombre de S. M. el Rey (q. D. g.) ha tenido a bien disponer que, previo pago del impuesto correspondiente, se expida, sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión en el título de marqués de Villacastel de Carrias, a favor de don Borja Enriquez de Eguiluz, por fallecimiento de su abuelo don José María Enriquez Prado.
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NOBLEZA TITULADA EN ESPAÑA
Villacastel de Carrias, Marqués de, con el Vizcondado previo de Torre Antigua [Es1742]; sive Villacastell de Carrias,
sive Villa-Castel de Carrias, sive M’ de Villacastell
Joaquín de Olivares y Moneda [etc], 1. Marqués de Villacastel de Carrias, con el Vizcondado previo de Torre Antigua [Es1742]
└─María Teresa del Pilar de Olivares y Cepeda, 2. Marquesa de Villacastel de Carrias [Es1742], b1748 d1800
  └─María de los Dolores) Diega Ramírez de Arellano y Olivares, 3. Marquesa de Villa-Castel de Carrias [Es1742], b1779
    d1830
    └─Fernanda Patiño y Ramírez de Arellano, b1817 d1870
      ├─José Luque y Patiño, Marqués de Villacastell [Es1742], b1837 d1864
      └─Carmen Luque y Patiño, Marquesa de Villacastell de Carrias [Es1742], b1840 d1908
        └─Manuel Enríquez y Luque, Marqués de Villacastell [Es1742], b1861 d1918
          ├─Asunción Enríquez y Carvajal, 7. Marquesa de Villacastell [Es1742], b1888
          └─Manuel Enríquez y Carvajal, b1890
            └─José María Enríquez y Prado, 7. Marqués de Villacastel de Carrias [Es1742, succ1959c], b1928 d2003
              └─José Luis Enríquez y Amilibia, b1957 d(v)1996
                └─Borja Enríquez y Eguiluz [etc], 8. Marqués de Villacastel de Carrias [Es1742, succ2004m],
                  b1985

Villa-Castel de Carrias; vide Villacastel de Carrias
Villacastell; vide Villacastel de Carrias
   Villacastell de Carrias; vide Villacastel de Carrias

sábado, 24 de diciembre de 2016

NOCHEBUENA

 HOY DIA 24 DE DICIEMBRE: ES EL DÍA DEL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS.

Para nuestros niños de hoy es mucho más facil relacionarlo con los regalos que les traerá Papá Noel, o como en el Pais Vasco "el Olentzero"; ese simpático personaje que vive en el monte haciendo carbón, que una vez al año baja a las ciudades y como los Reyes Magos, se dedica a repartir juguetes a los niños. Como siempre los niños ricos serán los más beneficiados. Pero lo importante es que todos reciban su premio por haber sido buenos. 
UN ABRAZO PARA TODOS ESOS NIÑOS QUE NO TENDRÁN NADA, POR VIVIR EN PAISES QUE ESTÁN EN GUERRA Y QUE ESTÁN SUFRIENDO TODOS LOS PECADOS DE LA GENTE MAYOR.

jueves, 22 de diciembre de 2016

CARRIAS - AL TIO PACO



PACO FUE HERMANO Y PADRE
Año 1900, el 13 de diciembre, Santa Lucía,
un niño vino al mundo, ¡gran alegría!
El segundo de los hijos es bien llegado,
al pecho de su madre será criado.
La lactancia fue corta, porque enseguida,
llegó de nuevo a casa una hermanita.
Mas… tras la niña, la cigüeña volaba
y con el cuarto retoño feliz llegaba.
Nicolás e Ignacia tuvieron cinco hijos
y la niña reinaba entre los cuatro niños.
Estaban muy felices criando al quinto
y la maldita muerte se ha llevado al marido.
Tras la desgracia, ha quedado muy triste la mamá Ignacia.
Mas por sus hijos, ‘de tripas, corazón’ Ignacia hizo.
Se cebó en la familia la mala suerte
y antes de los dos años, volvió otra vez la muerte.
¡Qué gran desgracia! La maldita guadaña,
segó esta vez la vida de mamá Ignacia.
Los hijos se quedaron tristes y solos
y el hermano mayor, Paco de 19 años
se hizo cargo de todos.
Cada uno trabajaba lo que podía,
así, poquito a poco, los pequeños crecían.
Pasando el tiempo, dos de los chicos,
fueron a buscar novia hasta Castrillo.
¡Enhorabuena! Los amores cuajaron
y cada cual en su día, ya se casaron.
Y desde el valle se oyen sonar campanas.
¡Están tocando a boda en Castrillo y Carrias!

Un homenaje póstumo a mis abuelos paternos de Carrias, Nicolás e Ignacia.
A mi padre Lucio, a mis tíos, Paco, Sofía, Ruperto y Pablo
IRENE SAEZ SAIZ – AÑO 2008

sábado, 10 de diciembre de 2016

TRISTEZAS

LOS AÑOS Y LOS SIGLOS PASAN, LAS PERSONAS CAMBIAMOS, PERO SOMOS LO MISMO EN UNOS SIGLOS QUE EN LOS OTROS, CON SUS MISERIAS Y SUS BONDADES. SIEMPRE HABRÁ GENTE PARA TODO Y ESTA  PRECIOSA POESÍA, DEBERÍA HACERNOS REFLEXIONAR



UNA  MARAVILLA DE POESÍA 
DEL ESTUPENDO POETA 
GASPAR NUÑEZ DE ARCE  (1834-1903)


Cuando recuerdo la piedad sincera
            con que en mi edad primera
entraba en nuestras viejas catedrales,
donde postrado ante la cruz de hinojos
            alzaba a Dios mi ojos
soñando en las venturas celestiales;
Hoy que mi frente atónito golpeo,
            y con febril deseo
busco los restos de mi fe perdida,
por hallarla otra vez, radiante y bella
            como en la edad aquélla,
¡desgraciado de mí! diera la vida.
¡Con qué profundo amor, niño inocente,
            prosternaba mi frente
en las losas del templo sacrosanto!
Llenábase mi joven fantasía
            de luz, de poesía,
de mudo asombro, de terrible espanto.
Aquellas altas bóvedas que al cielo
            levantaban mi anhelo;
aquella majestad solemne y grave;
aquel pausado canto, parecido
            a un doliente gemido,
que retumbaba en la espaciosa nave:
Las marmóreas y austeras esculturas
            de antiguas sepulturas,
aspiración del arte a lo infinito;
la luz que por los vidrios de colores
            sus tibios resplandores
quebraba en los pilares de granito;
Haces de donde en curva fugitiva,
            para formar la ojiva,
cada ramal subiendo se separa,
cual el rumor de multitud que ruega,
            cuando a los cielos llega,
surge cada oración distinta y clara;
En el gótico altar inmoble y fijo
            el santo crucifijo,
que extiende sin vigor sus brazos yertos,
siempre en la sorda lucha de la vida,
            tan áspera y reñida,
para el dolor y la humildad abiertos;
El místico clamor de la campana
            que sobre el alma humana
de las caladas torres se despeña,
y anuncia y lleva en sus aladas notas
            mil promesas ignotas
al triste corazón que sufre o sueña;
Todo elevaba mi ánimo intranquilo
            a más sereno asilo:
religión, arte, soledad, misterio...
todo en el templo secular hacía
            vibrar el alma mía,
como vibran las cuerdas de un salterio.
Y a esta voz interior que sólo entiende
            quien crédulo se enciende
en fervoroso y celestial cariño,
envuelta en sus flotantes vestiduras
            volaba a las alturas,
virgen sin mancha, mi oración de niño.
Su rauda, viva y luminosa huella
            como fugaz centella
traspasaba el espacio, y ante el puro
resplandor de sus alas de querube,
            rasgábase la nube
que me ocultaba el inmortal seguro.
¡Oh anhelo de esta vida transitoria!
           ¡Oh perdurable gloria!
¡Oh! Sed inextiguible del deseo!
¡Oh cielo, que antes para mí tenías
            fulgores y armonías,
y hoy tan oscuro y desolado veo!
Ya no templas mis íntimos pesares,
            ya al pie de tus altares
como en mis años de candor no acudo.
Para llegar a ti perdí el camino,
            y errante peregrino
entre tinieblas desespero y, dudo.
Voy espantado sin saber por dónde;
            grito, y nadie responde
a mi angustiada voz; alzo los ojos
y a penetrar la lobreguez no alcanzo;
            medrosamente avanzo,
y me hieren el alma los abrojos.
Hijo del siglo, en vano me resisto
            a su impiedad, ¡oh Cristo!
Su grandeza satánica me oprime.
Siglo de maravillas y de asombros,
            levanta sobre escombros
un Dios sin esperanza, un Dios que gime.
¡Y ese Dios no eres tú! No tu serena
            faz, de consuelos, llena,
alumbra y guía nuestro incierto paso.
Es otro Dios incógnito y sombrío:
            su cielo es el vacío,
Sacerdote el Error, ley el Acaso:
¡Ah! No recuerda el ánimo suspenso
            un siglo más inmenso,
más rebelde a tu voz, más atrevido;
entre nubes de fuego alza su frente,
            como Luzbel, potente;
pero también, como Luzbel, caído.
A medida que marcha y que investiga
            es mayor su fatiga,
es su noche más honda y más oscura,
y pasma, al ver lo que padece y sabe,
            cómo en su seno cabe
tanta grandeza y tanta desventura.
Como la nave sin timón y rota
            que el ronco mar azota,
incendia el rayo y la borrasca mece
en piélago ignorado y proceloso,
            nuestro siglo —coloso—
con la luz que le abrasa, resplandece.
¡Y está la playa mística tan lejos!...
            a los tristes reflejos
del sol poniente se colora y brilla.
El huracán arrecia, el bajel arde,
            y es tarde, es ¡ay! muy tarde
para alcanzar la sosegada orilla.
¿Qué es la ciencia sin fe? Corcel sin freno,
            a todo yugo ajeno,
que al impulso del vértigo se entrega,
y a través de intrincadas espesuras,
            desbocado y a oscuras
avanza sin cesar y nunca llega.
¡Llegar! ¿Adónde?... El pensamiento humano
            en vano lucha, en vano
su ley oculta y misteriosa infringe.
En la lumbre del sol sus alas quema,
            y no aclara el problema,
ni penetra el enigma de la Esfinge.
¡Sálvanos, Cristo, sálvanos, si es cierto
            que tu poder no ha muerto!
Salva a esta sociedad desventurada,
que bajo el peso de su orgullo mismo
            rueda al profundo abismo
acaso más enferma que culpada.
La ciencia audaz, cuando de ti se aleja,
            en nuestras almas deja
el germen de recónditos dolores,
como al tender el vuelo hacia la altura,
            deja su larva impura
el insecto en el cáliz de las flores.
Si en esta confusión honda y sombría
            es, Señor, todavía
raudal de vida tu palabra santa,
di a nuestra fe desalentada y yerta:
            —¡Anímate y despierta!
Como dijiste a Lázaro: —¡Levanta!—

FELIZ NAVIDAD


Como todos los años llegan las fiestas navideñas y parece que las familias tienen que juntarse a cenar y comer como si fuera una obligación: aparte de los abusos de comida, entre dulces y demás ganamos unos kilitos, incluido colesterol y azucar.
Aunque es una pena, que muchas casas no reunan las condiciones apropiadas para reunirse más a menudo.
Pero lo importante sería que todo el mundo estuviera bien, sin guerras, ni calamidades.
A ver si tenemos un poquillo de suerte con la "puñetera" lotería.
QUE LOS REYES MAGOS LLEGUEN LIGEROS DE EQUIPAJE Y CARGADOS DE REGALOS.
PARA TODOS, FELICES FIESTAS Y UN BUEN AÑO "SIN SOBRESALTOS".