LOCOS DE ATAR
Hoy las amigas Paquita y Luisa han quedado para
encontrarse en la casa de Luisa, ésta se encuentra enferma y no la apetece
salir. De momento solo tiene catarro, le han puesto la vacuna de la gripe y
ella le culpa a la dichosa vacuna y dice que el próximo año se va a pensar si
se la inyecta. El médico le aconsejó vacunarse y es la primera vez que la toma.
Hasta ahora no solía coger catarros y ahora como ella dice, está hecha una
birria, y no se sabe qué hubiera pasado si no se la hubiera puesto. Su hija
Marta está con ella y la dice que no se preocupe, que eso es normal, se curará
rápido, y si ahora la coge la gripe, no será tan fuerte.
Han llamado al timbre, y al abrir Marta la puerta de
la calle, se sorprende al encontrar a
María y a su madre. Se saludan como de costumbre y pasan hasta la sala:
allí se encuentran a Luisa un poco enfadada por no poder salir a la calle, pero
encantada de tener tan buena compañía. Las visitas se sientan y como de
costumbre la conversación se centra en su pueblo y sus recuerdos de antaño.
Marta saca del armario una bandeja, una caja de galletas, almendras
garrapiñadas y una botella de vino dulce; pero Luisa hace la consabida pregunta
¿Qué os parece si sacamos otra cosita que también nos va a gustar? Va rápida a
la cocina y saca un buen plato con jamón, una bandeja con una jarra de café con leche, unas cuajaditas y
quesito fresco de su tierra. Las más jóvenes sonríen y Paquita le dice a su
amiga que empiece ella por lo que quiera, y las demás la seguirán. Mientras
toman su refrigerio, las cuatro mujeres hablan de sus familias, dolencias,
inquietudes, y como dice Luisa “otras pocas tonterías”. Paquita les recomienda
a las chicas que vayan a dar un paseo, o a lo mejor necesitan ir a recados,
ella se quedará haciendo compañía a Luisa hasta la hora de ir a casa. Las chicas aceptan y Marta le dice
a su madre que le llamará por la noche y vendrá a verla al día siguiente. Después
de la despedida las chicas salen de la casa.
Luisa pregunta a Paquita por su vecina, ésta dice que
no la ha vuelto a ver desde el día del parque, y ha oído decir que su marido no
está bien. Las dos comentan algo sobre la vida que ha llevado el hombre y
desean que pronto se ponga bien.
Después de cambiar de conversación, Paquita se despide deseando que su amiga no tenga más consecuencias y el próximo día puedan verse en el parque ya sin preocupaciones de ningún tipo y con la tranquilidad de siempre.
Después de cambiar de conversación, Paquita se despide deseando que su amiga no tenga más consecuencias y el próximo día puedan verse en el parque ya sin preocupaciones de ningún tipo y con la tranquilidad de siempre.
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