domingo, 2 de enero de 2011

EL SEÑOR PACO


UN DÍA DE CAMPO

Llevando como reclamo, un silbato para patos,
la comida del domingo, va a cazar, el señor Paco.
Con el zurrón a la espalda, los cartuchos y escopeta,
seguido de su perrito, va contento, haciendo cuentas.
Va hablando con el perrito, explicandole su plan,
y el perrito tan feliz, le sigue sin rechistar.
Cuando coja veinte patos, dejaré ya de cazar,
nos iremos para casa y podremos descansar,
pero mañana, temprano me tendré  que levantar,
nos iremos al mercado, para vender la mitad,
a seis euros cada pato, multiplicamos por diez,
sacaré sesenta euros, para gastarlos después.
Me compraré unos zapatos para el día de la fiesta,
unos buenos pantalones, y si sobra, una chaqueta.
En estas iba el señor Paco, pensando en su buena suerte,
tropieza con una piedra, cuando pasa por un puente,
la escopeta que llevaba, ha saltado por los aires,
al río ha ido a parar, no la podrá coger nadie.
Se quedó sin escopeta, sin patos, sin pantalón,
sin zapatos, sin chaqueta, y ha aprendido una lección.
Cuando vayas a cazar, vete con mucha atención,
no quieras vender los patos, sin estar en el zurrón.

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